Los Viernes de la Misericordia
(RV).- La tarde del viernes el Papa Francisco fue a visitar a los huéspedes del Centro Regional S. Alejo - Margarita de Savoya para ciegos, en Roma. Este Instituto, inicialmente denominado “Cristóbal Colón”, realiza actividades dirigidas a la inclusión social de personas invidentes o con problemas visuales. Con esta visita el Papa desea continuar los llamados “Viernes de la misericordia”, las recordadas visitas privadas cumplidas durante el Jubileo de la Misericordia, una vez al mes, recorriendo las obras de misericordia espirituales y corporales hacia los que viven situaciones de exclusión física y social.
Durante la visita de hoy, Francisco encontró a los huéspedes de este Centro, personas con una minusvalía sensorial ligada al uso de la vista, invidentes de nacimiento o como consecuencia de graves patologías y algunos con invalidez múltiple. Entre ellos también a cerca de 50 niños, que frecuentan el Centro para recibir una formación especial que los ayude en los pequeños gestos cotidianos, y 37 ancianos y adultos, residentes fijos en esa casa.
A su llegada, el Pontífice fue acogido por el Presidente del Centro, Amedeo Piva, y por el Director General, Antonio Organtini, invidente, así como por todo el personal médico y voluntario de servicio. Durante su visita el Santo Padre dejó un don al Instituto y firmó un pergamino para la Capilla del Centro, como recuerdo de este encuentro.
(RV).- El Papa Francisco retoma su iniciativa conocida como Viernes de la Misericordia, que puso en marcha durantante el Año Jubilar, con la que lleva a cabo gestos concretos inspirados en las obras de misericordia corporales y espirituales.
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede mediante un comunicado, la tarde del viernes 18 de mayo, el Santo Padre salió del Vaticano para dirigirse rumbo a Ostia, localidad de la periferia de Roma. Como muestra de cercanía a las familias residentes en esta zona, Francisco decidió pasar a bendecir casa por casa, así como sus habitaciones, tal y como hace el párroco cada año, precisamente durante el período pascual.
Hace dos días, don Plinio Poncina, párroco de la Iglesia Stella Maris, una de las seis parroquias de Ostia; había publicado, como de costumbre, un aviso en la puerta del edificio comunitario, avisando a las familias que pasaría a verlos para impartirles la tradicional bendición de Pascua. Con lo cual, ha sido grande la sorprensa que se llevaron los vecinos cuando, al sonar el timbre, en lugar del párroco se encontraron con el Papa Francisco.
El Sucesor de Pedro se ha "hecho Párroco"
Con alegría y sencillez el Papa ha conversado con las familias, ha bendecido una docena de apartamentos que conforman la comunidad de la Plaza Francisco Conteduca 11, ofreciendo posteriormente un rosario como regalo. A modo de broma, el Santo Padre ha pedido "disculpas por las molestias", pero asegurando "de haber respetado el horario de la siesta", durante el cual los vecinos descansan después de almorzar, tal y como se puede leer en el cartel de ingreso al edificio público.
Aunque Ostia pertenece al municipio de Roma, con sus 100.000 habitantes aproximadamente, constituye un núcleo periférico en sí mismo abarcando dentro de su contexto urbano una viva comunidad de creyentes, pese a algunas realidades difíciles que comparten muchos de sus habitantes, ligadas a la complejidad de la vida en las periferias de las grandes ciudades. La Iglesia, la Parroquia y el pequeño campo de fútbol adyacente, se convierten a menudo en un punto de referencia para la comunidad y constituyen una "zona de aterrizaje" para todas aquellas realidades sociales y existenciales que con frecuencia, generan exclusión perjudicando a los más marginados.
No te pierdas las imágenes de la visita sorpresa del Papa.
(RV).- El Papa Francisco retoma su iniciativa conocida como Viernes de la Misericordia, que puso en marcha durantante el Año Jubilar, con la que lleva a cabo gestos concretos inspirados en las obras de misericordia corporales y espirituales.
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede mediante un comunicado, la tarde del viernes 18 de mayo, el Santo Padre salió del Vaticano para dirigirse rumbo a Ostia, localidad de la periferia de Roma. Como muestra de cercanía a las familias residentes en esta zona, Francisco decidió pasar a bendecir casa por casa, así como sus habitaciones, tal y como hace el párroco cada año, precisamente durante el período pascual.
Hace dos días, don Plinio Poncina, párroco de la Iglesia Stella Maris, una de las seis parroquias de Ostia; había publicado, como de costumbre, un aviso en la puerta del edificio comunitario, avisando a las familias que pasaría a verlos para impartirles la tradicional bendición de Pascua. Con lo cual, ha sido grande la sorprensa que se llevaron los vecinos cuando, al sonar el timbre, en lugar del párroco se encontraron con el Papa Francisco.
El Sucesor de Pedro se ha "hecho Párroco"
Con alegría y sencillez el Papa ha conversado con las familias, ha bendecido una docena de apartamentos que conforman la comunidad de la Plaza Francisco Conteduca 11, ofreciendo posteriormente un rosario como regalo. A modo de broma, el Santo Padre ha pedido "disculpas por las molestias", pero asegurando "de haber respetado el horario de la siesta", durante el cual los vecinos descansan después de almorzar, tal y como se puede leer en el cartel de ingreso al edificio público.
Aunque Ostia pertenece al municipio de Roma, con sus 100.000 habitantes aproximadamente, constituye un núcleo periférico en sí mismo abarcando dentro de su contexto urbano una viva comunidad de creyentes, pese a algunas realidades difíciles que comparten muchos de sus habitantes, ligadas a la complejidad de la vida en las periferias de las grandes ciudades. La Iglesia, la Parroquia y el pequeño campo de fútbol adyacente, se convierten a menudo en un punto de referencia para la comunidad y constituyen una "zona de aterrizaje" para todas aquellas realidades sociales y existenciales que con frecuencia, generan exclusión perjudicando a los más marginados.
No te pierdas las imágenes de la visita sorpresa del Papa.
(RV).- El Papa Francisco retoma su iniciativa conocida como Viernes de la Misericordia, que puso en marcha durantante el Año Jubilar, con la que lleva a cabo gestos concretos inspirados en las obras de misericordia corporales y espirituales.
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede mediante un comunicado, la tarde del viernes 18 de mayo, el Santo Padre salió del Vaticano para dirigirse rumbo a Ostia, localidad de la periferia de Roma. Como muestra de cercanía a las familias residentes en esta zona, Francisco decidió pasar a bendecir casa por casa, así como sus habitaciones, tal y como hace el párroco cada año, precisamente durante el período pascual.
Hace dos días, don Plinio Poncina, párroco de la Iglesia Stella Maris, una de las seis parroquias de Ostia; había publicado, como de costumbre, un aviso en la puerta del edificio comunitario, avisando a las familias que pasaría a verlos para impartirles la tradicional bendición de Pascua. Con lo cual, ha sido grande la sorprensa que se llevaron los vecinos cuando, al sonar el timbre, en lugar del párroco se encontraron con el Papa Francisco.
El Sucesor de Pedro se ha "hecho Párroco"
Con alegría y sencillez el Papa ha conversado con las familias, ha bendecido una docena de apartamentos que conforman la comunidad de la Plaza Francisco Conteduca 11, ofreciendo posteriormente un rosario como regalo. A modo de broma, el Santo Padre ha pedido "disculpas por las molestias", pero asegurando "de haber respetado el horario de la siesta", durante el cual los vecinos descansan después de almorzar, tal y como se puede leer en el cartel de ingreso al edificio público.
Aunque Ostia pertenece al municipio de Roma, con sus 100.000 habitantes aproximadamente, constituye un núcleo periférico en sí mismo abarcando dentro de su contexto urbano una viva comunidad de creyentes, pese a algunas realidades difíciles que comparten muchos de sus habitantes, ligadas a la complejidad de la vida en las periferias de las grandes ciudades. La Iglesia, la Parroquia y el pequeño campo de fútbol adyacente, se convierten a menudo en un punto de referencia para la comunidad y constituyen una "zona de aterrizaje" para todas aquellas realidades sociales y existenciales que con frecuencia, generan exclusión perjudicando a los más marginados.
No te pierdas las imágenes de la visita sorpresa del Papa.