En Brasilia, Encuentro de responsables de catequesis de Brasil con Mons. Fisichella

1 febbraio 2024

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Incontro dei responsabili della catechesi del Brasile

Ayer ha iniciado el encuentro de tres días de la Comisión Episcopal de Animación bíblico-catequética de la Conferencia episcopal brasileña, en presencia del pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, S.E. Mons. Rino Fisichella. En la Casa Dom Luciano, los responsables de las 19 Regiones pastorales del país, entre ellos, obispos, coordinadores regionales y miembros del grupo de reflexión bíblico-catequética (GREBICAT), se están interrogando sobre los desafíos de la evangelización en la sociedad de hoy. El encuentro ha iniciado ayer, 31 de enero, y concluirá mañana.

 

Mons. Fisichella ha intervenido hoy sobre el Directorio para la Catequesis y sobre el ministerio del catequista. «La catequesis - ha subrayado el pro-prefecto - se inserta de manera calificada en el proceso de evangelización porque permite realizar una primera síntesis entre el anuncio del kerygma, la inteligencia de la fe, la vida sacramental y el testimonio cristiano. Es verdaderamente difícil encontrar un lugar donde la vida creyente se presente en su conjunto como se ve concretado en la catequesis. Por eso el Dicasterio estaba de algún modo obligado a enfocar su trabajo en la renovación de la catequesis como espacio privilegiado en el cual la evangelización se abre para asumir, como a lo largo de sus veinte siglos de historia, el compromiso de compartir la fe con quienes encontramos en nuestro camino».

 

Respecto al ministerio del catequista y al primado de la evangelización, ha añadido Mons. Fisichella, «debería haber por parte nuestra una atención del todo particular en el momento de transmitir la fe». Lo que se está presenciando en todo el mundo es «la interrupción de la transmisión de la fe. Ya sabemos que muchos se acercan a la fe por primera vez cuando son adultos. La experiencia de estos años es rica, fecunda y con resultados positivos que merecen ser analizados para comprender la complejidad del fenómeno. (...) El ministerio del catequista, por tanto, es un ministerio eficaz, pero necesita estar sostenido por una comunidad viva que, como en los orígenes, sepa escuchar la voz del Espíritu y lo siga en la obediencia del amor. Esto significa emprender siempre nuevos caminos en perenne fidelidad al Evangelio, para no hacer que Pentecostés sea vano».

 

Las intervenciones de Mons. Fisichella han dado inicio hoy a los trabajos a partir de las reflexiones iniciadas ayer, que han manifestado la gran vitalidad de la Iglesia brasileña. El encuentro ha iniciado con una confrontación sobre la Historia de la catequesis contemporánea en Brasil, desde el Concilio Vaticano II hasta hoy, en referencia al compromiso formativo implementado a lo largo de los años, acogiendo las sugerencias de la Santa Sede. A continuación, se ha expuesto la situación geográfica, social y religiosa de cada Región pastoral y se han presentado los trabajos para la catequesis de iniciación a la vida cristiana.

 

Se ha hecho un énfasis importante sobre el compromiso asumido para acoger el Motu Proprio del Papa Francisco sobre el Ministerio de Catequista, Antiquum ministerium, y el  Directorio para la Catequesis. Otra fortaleza de la experiencia eclesial brasileña, y rasgo característico suyo desde hace décadas, es la animación bíblica de la pastoral, con un vínculo fuerte y evidente entre la Escritura y la catequesis. Entre los ponentes, también ha estado el presidente de la Comisión Episcopal para la Animación bíblico-catequética, dom Leomar Brustolin.

 

Ha emergido la gran multiplicidad de realidades presentes en el país sudamericano, de las que, sin embargo, han germinado intuiciones similares para responder a las urgencias pastorales de las Iglesias locales. Entre todas, la atención a la vida comunitaria y la formación de los agentes pastorales. Uno de los desafíos más complejos para la Conferencia episcopal brasileña hoy es encontrar nuevos lenguajes para la evangelización. Se ha subrayado que son cada vez más necesarias formas de comunicación adaptadas al contexto contemporáneo, especialmente ante el desafío digital, y en particular una nueva cultura de acercamiento a las redes sociales para involucrar a quienes están más alejados de la fe.