Entrevista al Padre Massimo Fusarelli, ministro general de la Orden de Frailes Menores

El Padre Massimo Fusarelli, ministro general de la Orden de Frailes Menores, nos habla de la intuición de San Francisco en esta ocasión particular de la conmemoración de la primera representación de la Natividad realizada por el Santo en la Navidad de 1223 en Greccio (Italia).

Ese año el Santo patrón de Italia se detuvo en el valle de Rieti, probablemente de regreso a Roma, donde el 29 de noviembre recibió del Papa Honorio III la bula que confirmaba su Regla. Las grutas existentes cerca de Greccio le recordaban mucho las que había visto en Tierra Santa y, en particular, el panorama de Belén.

«El primer biógrafo de Francisco nos describe esta Navidad de una manera muy sencilla: Francisco hace entrar a la gruta un buey y un asno, pone heno sobre la roca y celebra la Eucaristía. Entonces, el significado profundo de estos signos, que en la Biblia son signos Mesiánicos, es la paz. Francisco quiere vivir una Navidad en paz, pero no la paz psicológica o emocional, sino en la paz que es Cristo. En un tiempo muy violento, como el suyo y también el nuestro, Francisco hace esta pausa contemplativa. [...] Sabía que sus gestos tenían un gran poder, una gran fuerza».

«Celebrar este año la conmemoración del octavo centenario de la Navidad de Greccio no es un paréntesis, no es huir de una realidad amarga, dramática, incierta, sino que nos ayuda a entrar en ella con una mirada diferente», concluye el Padre, quien subraya cómo «la pobreza en la que Jesús quiso nacer es la misma presente también hoy en todos los lugares de sufrimiento, en los lugares de guerra y desesperación».